Lesión que la padecen los que practican el tenis, el golf y profesionales del destornillador, jardineros, maleteros de estaciones, botones de hoteles, etc,etc. En ningún caso, revisando patologias de esta lesión, aparece el Vigilante de Seguridad de Transportes; y no será porque no la sufrimos.
Es una de las lesiones más frecuentes dentro del transporte de fondos y aparte de ser dolorosa, rebelde e invalidante, la mayoría de los Vigilantes la padecen y la sufren sin darle la importancia que se merece, evitando ir a los servicios médicos de las Mutuas de Accidentes.
Esta lesión, cada vez se da con más frecuencia, debido al continuo levantar y desplazar sacas de monedas y cajas de cartón con monedas encartuchadas. Tenemos que darle toda la importancia que se merece y si dejamos de aguantarnos esos dolores de codo y antebrazo y acudimos a las Mutuas de Accidentes las veces que haga falta, igual podríamos pensar en un futuro como enfermedad profesional. Para esto, vuelvo a repetir, necesitamos mucha historia clínica que se registre como consecuencia de nuestro trabajo.
Los que la padecen deben saber:
----- No es una lesión muy grave, en el sentido que ponga en riesgo la función de la articulación.
----- Es una patología traumática, en la mayoría de los casos es muy rebelde, aún con buenos tratamientos.
----- Obliga para su mejoría, a limitar o suspender la actividad de la articulación. Sin tratamiento o sin adecuado reposo, la lesión no mejora, y la sintomatología puede perdurar o agravarse durante muchos meses.
Puede presentarse en forma insidiosa, lentamente progresiva, hasta llegar a una intensidad tal que llega a inhabilitar el movimiento del codo. Ocurre así en pacientes en los que por su trabajo (mecánicos, obreros, amas de casa, deportistas, etc) realizan movimientos de prono-supinación, generalmente con el codo extendido. La cirugía, siempre sería el último recurso, pero tampoco ofrece una garantía de solución al cien por cien.
Va siendo hora de que los Vigilantes de Seguridad de Transportes de Fondos, también nos consideren como profesión de riesgo para este tipo de lesiones.
Josemanuelasturias
Es una de las lesiones más frecuentes dentro del transporte de fondos y aparte de ser dolorosa, rebelde e invalidante, la mayoría de los Vigilantes la padecen y la sufren sin darle la importancia que se merece, evitando ir a los servicios médicos de las Mutuas de Accidentes.
Esta lesión, cada vez se da con más frecuencia, debido al continuo levantar y desplazar sacas de monedas y cajas de cartón con monedas encartuchadas. Tenemos que darle toda la importancia que se merece y si dejamos de aguantarnos esos dolores de codo y antebrazo y acudimos a las Mutuas de Accidentes las veces que haga falta, igual podríamos pensar en un futuro como enfermedad profesional. Para esto, vuelvo a repetir, necesitamos mucha historia clínica que se registre como consecuencia de nuestro trabajo.
Los que la padecen deben saber:
----- No es una lesión muy grave, en el sentido que ponga en riesgo la función de la articulación.
----- Es una patología traumática, en la mayoría de los casos es muy rebelde, aún con buenos tratamientos.
----- Obliga para su mejoría, a limitar o suspender la actividad de la articulación. Sin tratamiento o sin adecuado reposo, la lesión no mejora, y la sintomatología puede perdurar o agravarse durante muchos meses.
Puede presentarse en forma insidiosa, lentamente progresiva, hasta llegar a una intensidad tal que llega a inhabilitar el movimiento del codo. Ocurre así en pacientes en los que por su trabajo (mecánicos, obreros, amas de casa, deportistas, etc) realizan movimientos de prono-supinación, generalmente con el codo extendido. La cirugía, siempre sería el último recurso, pero tampoco ofrece una garantía de solución al cien por cien.
Va siendo hora de que los Vigilantes de Seguridad de Transportes de Fondos, también nos consideren como profesión de riesgo para este tipo de lesiones.
Josemanuelasturias
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